-Amiga. ¿Por qué estas bebiendo de
nuevo?
- No, por favor, no me hagas esa pregunta, es muy difícil de contestar y dudo
que comprenderías mi motivos.
- Sé que nunca me explicas tus
problemas, pero yo estoy aquí, y quiero escucharte.
- ¡Dejémoslo!
- Como desees...
-¿sabes? Mi vida tiene muchas cosas buenas y créeme que las valoro, pero
hay momentos en que los problemas superan mis alegrías.
Son muchos los años que lucho por llevar una vida medianamente normal,
añoro la libertad, deseo no tener tantas responsabilidades, quiero tener etapas
buenas aunque para ello antes pase largas temporadas malas.
Cada día lucho por estar bien, por aceptar todo lo que la vida me depara,
pero...soy humana, o mejor dicho no tan fuerte como represento, y cuando me da un bajón anímico, utilizo el
vino para obtener una satisfacción
inmediata.
Perdóname, pero no quiero seguir regodeándome en mis penas, voy a dejar de
escribir...
- Solo una cosa , no olvides que tienes
muchas persona a tu alrededor que se preocupan por ti y sobre todo que te
quieren. Amiga, aférrate a la vida, merece la pena.
Gracias por tus palabras, no te
preocupes, mañana estaré bien y sobre todo seguiré luchando.