Solo han hecho falta 5 días para que me diera cuenta de que mi hija es ya una adulta. Atrás queda la etapa en que aquella niña dependía de mí.
Ahora a punto de cumplir los 18 años, es ya toda una mujer, sensata, decidida, emprendedora, desenvuelta...
Salimos de compras por Londres, solas las dos, y me sorprendió mucho ver cómo me guiaba por las calles, metros, etc.
Su seguridad y su perfecto ingles hicieron que me sintiera protegida a su lado.
Un viaje inolvidable; por el descubrimiento de la nueva personalidad de mi hija y sobre todo porque presagio una nueva etapa en nuestras vidas.
¡Gracias hija!, gracias por hacerme tan feliz, por ser como eres y por querer tanto a tu padre responsable directo de que tu estés entre nosotros.