Carta a Esperanza Aguirre

Sr Aguirre, me sorprende muchos sus declaraciones, (afirma que las supuestas 20 horas del profesorado a la semana son “inferiores a las del resto de los madrileños”) ya que  denota que no tienes usted ni idea de lo que trabajan “sus funcionarios” de Enseñanza.

Yo vivo en otra comunidad autónoma, pero estoy segura de que mis colegas  Madrileños, trabajaran lo mismo que yo en Catalunya.

Me veo en la obligación de explicarle el número de horas que trabajamos, en la medida que me sea posible  y espero no olvidarme de ninguna:

Efectivamente trabajamos entre 19 -20h, LECTIVAS, dando clase, con la tiza, pero invertimos muchísimas horas más en nuestro trabajo,  en contacto con nuestros alumnos y sobre todo para su formación.

Los profesores que son tutores, tienen una hora semanal para entrevistarse con los padres, pero le garantizo que el 90% de ellos, invierten más horas semanales, ya que cuando nos llama algún padre, no solemos decirle: Lo siento, pero ya gaste mi hora semanal de entrevistas. Además y aprovechando el tema, las horas muchas veces son de más de 60h, y en la mayoría de las veces, fuera del horario escolar, al medio día( franja horaria que deberíamos estar comiendo), o las 17.30h( tiempo que teníamos que estar invirtiendo en nuestras familias o quehaceres).

Los tutores junto con los coordinadores, tienen reuniones con todos los padres, como mínimo una vez al año, y se invierten unas tres horas fuera del horario lectivo. En el caso de que se les quiera explicar algún proyecto que se llevara a cabo en el centro, se vuelve a citar a las familias.

Solemos tener 2 o 3 horas de guardias a la semana.

Todas las semanas hay una reunión con las coordinadoras de ciclo, y en el caso de que no seas  tutor, por ejemplo feje de departamento, también se tiene una hora con la directiva.

Todos los miércoles  tenemos una hora de reunión de departamento y otra de equipos docentes.

Cuando hay pre evaluación, evaluaciones trimestrales, (4 al año) y la evaluación final, hacemos una media de 4-5 horas extras semanales.

Una vez al trimestre, tenemos un claustro (reunión de la directiva con todo el profesorado), y solemos invertir un mínimo de 2 horas.

Además, quiero comentarle, que somos tan malos profesionales, que preparamos las clases, el material y los exámenes, cada año, sin aprovechar el de cursos anteriores, debido a que cada curso es diferente, porque las necesidades de nuestros algunos son otras.

Cuando llegamos a casa, si hemos tenido exámenes (2 o 3, por curso y por trimestre), invertimos una cantidad variables de horas corrigiendo.

Por otro lado, cuando un alumno quiere hablar con nosotros, aprovechamos nuestra media hora de descanso para atenderlo, o bien los citamos fuera del horario escolar.

En las ocasiones que hay celebraciones en el centro, Navidad, Carnaval, Sant Jordi...., hacemos un horario mucho más extenso, ya que la mayoría del profesorado está implicado con dichas actividades.

No quiero olvidarme de las salidas extraescolares, estas pueden ser de una mañana, o en los casos de viajes de estudios (6 días), intercambios culturales (15 días), Crédito de síntesis (3 días), el profesorado tiene que abandonar a su familia para cuidar a los alumnos.

¿Cuanto cobra usted cuando sale de Madrid de viaje? ¿Y si es en fin de semana?

Señora Aguirre, ¿Sabes?, cuando estamos de guardia, y un alumno/a, se cae, o se encuentra mal, y tenemos que llevarlo a un hospital, (mientras vienen sus padres), nos pasamos muchísimas horas en urgencia, esperando que se resuelva el problema.

Y es que nosotros señora Aguirre, somos licenciados en distintas materias, pero en verdad también somos, psicólogos, pedagogos, enfermeros, y en muchos casos hasta consejeros sentimentales.

Bien, seguro que me he olvidado de más cosas que hacemos los docentes, pero con esto ya tiene usted una idea.

Ahora le digo: Si piensa usted que trabajamos solo 20 horas a la semana, y estamos tan y tan bien, le propongo algo:

Yo le dejo mi trabajo, con la responsabilidad que conlleva educar e instruir a jóvenes, y usted me da su puesto, eso sí, con intercambios de sueldo.