Hoy he vuelto a dar clase tras casi un mes de baja,debido a una operación de cuerdas vocales.
Al entrar en el aula, lo he hecho con un micro de diadema y un amplificador dentro de una cestita.
Pensaba que cuando me vieran mis alumnos se reirían y armarían un gran escándalo.
Mi sorpresa ha sido mayúscula al comprobar que en ninguna de las tres aulas donde he impartido mis clases de hoy, ha pasado nada de lo que esperaba.
Todos mis alumnos han entendido con mucha seriedad mi problema y la necesidad que tengo de dar clase con micro.
¡Os felicito!
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