Ayer pasé la segunda
entrevista para ver si me aceptan en el
curso de voluntaria del teléfono de la esperanza.
Me entrevisto una psicóloga,
que me hizo miles de preguntas; desde porque quería hacer este voluntariado, si
pensaba que yo tenía el perfil adecuado, cuál era mi estado emocional, como era
mi familia, cuáles eran mis vivencias....
Fui contestando con la
verdad por delante, con mucha tranquilidad y a mi parecer con bastante soltura.
Le explique situaciones muy difíciles que me han tocado vivir, tanto
profesionalmente, como personalmente, y sobre todo quise dejarle claro, que ante
un problema, que no atañe a mi persona, suelo ser muy dura y bastante
eficiente.
Pues bien, sé que no me eligieran
para hacer el curso....
¿Por qué?
Hablé demasiado, aunque supe escucharla y no
interrumpirla mientras hablaba, cuando era mi turno, no derroché en palabras.
Podía haberme controlado
un poco más, estar más calladita, pero no hubiera sido yo.
En dos semanas me dirán si soy apta para este voluntariado.
No hace falta esperar, sé el resultado:
No guarda usted el perfil.
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