Han tenido que pasar cuatro años de
crisis, casi 400.000 ejecuciones hipotecarias, y unas 200.000 familias
desahuciadas, para que los partidos responsables hayan decidido tomar medidas para paliar los efectos de las
ejecuciones hipotecarias.
Ayer vivir, en un juzgado de la provincia
de Barcelona, la subasta de la casa de
una de mis mejores amigas, a un precio desorbitante. Os aseguro que fue muy
triste ver como un ser querido perdía su casa, y no solo eso, sino saber que tiene una deuda
de por vida de una cantidad que no viene al caso.
La
abogada general del Tribunal de Justicia de la UE (TUE), Juliane Kokott, ha
dictaminado que la ley española de desahucios vulnera la normativa comunitaria
porque no garantiza una protección eficaz de los consumidores frente a posibles
cláusulas contractuales abusivas en las hipotecas.
Mi amiga, desafortunadamente no se podrá acoger
a las nuevas normativas que aprobarán en breve en este país, pero me queda el
consuelo que muchas otras personas si lo harán.
Esperemos que por fin cambien una ley que data de 1909, es decir mucho anterior a la situación que nos ha llevado hasta aquí.
ResponderEliminarLa España que existía cuando este texto vio la luz no entendía de «burbujas inmobiliarias» y le quedaban infinitamente lejos conceptos como el «boom del ladrillo», los «activos tóxicos» o la «regulación bancaria».