Amiga, de nuevo te encuentras bajo
el caos de los acontecimientos. Nadie podía
imaginar que aquella pesadilla que vivisteis en el mes de marzo volviera de
nuevo.
¡Qué tristeza volverte a oír hablar de la salud de tu hija!, ¡Que injusto empezar de nuevo con ese calvario! ¡Cuánto dolor!
Perdóname por haber escrito la
entrada de ayer en el blog, ahora mismo voy a quitarla, creo que después de lo
que me has contado, no tengo derecho a escribir sobre lo que me hace sentir
mal.
¿Como consolarte? No hay palabras de consuelo, no las hay.
Estoy a tu lado, te acompañaré, volveremos a compartir los malos momentos y ojala
que en un día no muy lejano, podamos tomarnos una copa de celebración como la otra vez cuando las
pruebas diagnosticaron que todo el mal
había desaparecido.
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