Mañana huyo de mi ciudad, del móvil,
el ordenador, los ruidos… y me refugio en un pueblo donde espero encontrar la
paz.
Cuatro días de tranquilidad y
reflexión.
No leeré ni haré felicitaciones,
me propongo que sea una despedida de año diferente.
Quiero respirar, poder dejar de
lado el reloj y abandonar las obligaciones. Me voy con mi mochila cargada de
vivencias que alteraron mi estabilidad y en muchas ocasiones me hicieron
sufrir.
Cuando vuelva a casa habré abandonado
todo lo que me hizo sentirme mal y recuperaré la sonrisa que perdí hace ya dos
meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario