¿Os imagináis lo que es dar a clase
a 46 alumnos de 1º de bachillerato, en la misma aula?
Pues bien, mi instituto también es
una de los miles de centros educativos que padece la masificación de las aulas.
Pero no solamente se trata de dar
clase, sino que soy tutora, a parte de los varios cargos que tengo donde
trabajo.
¿Sabéis lo que significa?
Nos dan una hora semanal para
atender a los padres, como a mí me gusta hablar con ellos todo el tiempo que
sea necesario, en el supuesto que entreviste a un padre semanal, necesitaría 46
semanas para tener contacto con ellos. Si sigo este ritmo, el día 24 de julio habría
conseguido entrevistarme con todos los padres. En el caso de que me
entrevistara con dos a la semana, en marzo habría conseguido hablar una sola
vez con todos los padres, regalando una hora semanal al departamento de
enseñanza y esto sería inviable, ya que en marzo no puedes informar a un padre
de cómo va su hijo/a, ósea que tendré que hacer dos o tres horas más semanales.
Entrevistarme con los padres no
es solo mi labor, también tengo que atender los problemas que tengan los
alumnos tanto a nivel académico como emocional, hacer trabajo de grupos, etc.
Los alumnos y lo docentes no
importamos a nadie, pero eso sí, luego se llenan la boca de calidad de la
enseñanza.
P.D. Fijaros que el dibujo que he colgado es del año 2012, imaginaros como estamos en el 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario