Amiga, estoy feliz por verte sonreír.
Que estés contenta me hace que yo también lo sea.
No tengas miedo, vive el momento y no pienses en nada más.
La vida ya te castigó durante mucho tiempo, ahora te mereces ser feliz.
Formas parte de mi vida, y estoy agradecida; cuando me
hablas de lo ilusionada que estas, de los buenos momentos que pasas, me hace
que yo sienta lo mismo.
No te preocupes por mí, sabes que, aunque mi vida es
complicada, yo estoy bien, aceptando los acontecimientos que pasan e intentando
siempre tener una sonrisa en mi cara.
Déjate llevar, disfruta cada instante cada minuto y no
olvides nunca que aquí estoy para lo que necesites, para escucharte y apoyarte
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