Las personas adineradas tienen
todo el derecho a gastar su dinero en lo que quieran: Grandes casas, ropas que
cuestan más que el sueldo medio del país, bolsos carísimos, grandes cenas, fiestas
millonarias, etc.
Es un error, querer que algunas
de estas personas piensen como tú, y que den un donativo a una organización que
está realizando una muy buena labor.
No se debe insistir ni rogar que
nos den dinero para poder realizar el trabajo que llevamos a cabo, porque te
humillas y el resultado final es el que nunca quisieras obtener: AHORA NO; YA
TE LO DARE.
Hay que aceptar a las personas
tal y como son, y sobre todo no imaginar que, porque tengan una situación económica
muy muy acomodada, actuarán como tú lo harías.
Sigue trabajando para los que lo
necesitan, ayuda en la medida de tus posibilidades y no esperas nada de nadie.
Las donaciones tienen que ser
voluntarias, no forzadas.!
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