De nuevo tenemos que escuchar en
una televisión de España:
-
Yo a mi hijo le puedo llamar hasta “Perro Judío”
Se ha convertido en algo muy
normal, utilizar como el mayor insulto, las palabras anteriormente escritas.
Nadie, salvo los judíos/as, hacen
una denuncia sobre estas terribles palabras.
Cuando hacemos una crítica sobre
este tema, las respuestas que solemos escuchar son:
-
¿No tiene tanta importancia?
-
Es una costumbre de hace mucho tiempo.
No voy hacer un alegato de quienes
somos los judíos, porque los que tienen interés en conocernos saben de sobra
como somos
-
¿Os imagináis si en una televisión, radio, periódico
etc, una persona dijera “Perro xxx”
en esas 3 x, podría poner una religión,
un país, una autoridad, etc.
¿Qué pasaría?
Pues se le tacharía de racista,
republicano, independentista o cualquier calificativo que podría causar muchos
problemas sociales y jurídicos.
Pero decir “Perro Judío” no tiene
mayor importancia.
Triste, muy triste de tener que
escuchar estas palabras.
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