Recuerdo tu sonrisa, tu piel blanca...
Te has marchado y no era el momento ni las
circunstancias. Que triste que tu familia no halla podido despedirse de ti.
Que vacío tan grande! Cuanta desolación,!
Me gustaría estar a tu lado mi
querida Anna en estos difíciles momentos, pero la responsabilidad que tengo
hace que no pueda ir a verte.
Cuantas cosas buenas y malas
hemos compartido en este tiempo de amistad, pero créeme que nunca hubiera pensado
que el día que se marchara tu madre, yo no estaría a tu lado para poder
acompañarte.
Baruj Dayan Haemet.
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