¡Para ti querida Anna!

Permíteme llamarte superviviente, sé que no has sobrevivido a una guerra ni a un accidente de avión, ni a nada que haya hecho peligrar tu vida, pero…me tomo la licencia de utilizar esta palabra, ya que has subsistido a malos momentos que hicieron peligrar tu equilibrio personal.

Has demostrado ser una persona íntegra, con grandes principios, capaz de vivir una vida que no te satisfacía, con tal de no hacer sufrir a los de tu alrededor.

Ahora estas dando pasos firmes para conseguir tu pasaporte a una nueva vida, un visado que te permitirá ser feliz, respirar de una forma que tenías olvidada, saborear cada instante, vivir grandes momentos o pequeños, pero en definitiva los que tu desees saborear, disfrutar de todo lo que habías dejado atrás, y  asumías como tu estado natural.

Amiga, sigue adelante, atravesar este proceso no será fácil, pero lo conseguirás, cuentas con personas que te estimamos y estaremos a tu lado cuando lo necesites.

Tu montaña te está esperando, así que ponte en camino.